El 20-D y Alternativa Socialista: «La hora de la izquierda mosaico»

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Las elecciones han generado un escenario en parte anticipado por las encuestas. El PP las ha ganado con un porcentaje de votos próximo al 28% pero se ha quedado más solo de lo esperado debido al sólo moderado crecimiento de Ciudadanos. La única alternativa para un pacto de legislatura mínimamente estable es la gran coalición, una fórmula que permitiría seguir adelante con las políticas de austeridad y de conservadurismo en la cuestión territorial, pero que puede resultar nefasta para la pervivencia del PSOE como ya sucedió en Grecia. Las coaliciones electorales nucleadas alrededor de la confluencia de partidos de izquierdas e izquierdas nacionalistas y Podemos han sido exitosas, sobre todo en Cataluña, el País Valenciano y Galicia. Este éxito confirma la diversidad de la cultura política española y la fuerza de la idea de la izquierda mosaico. En el País Vasco Podemos ha cosechado en solitario un éxito más que notable, en buena medida a costa de la izquierda aberzale.

Podemos no ha cumplido su objetivo de  sobrepasar al PSOE en número de votos, sobre todo debido a su debilidad en las comarcas rurales. Sin embargo, si se suman los votos de las diferentes coaliciones territoriales de Na Marea, En Comú Podem, Compromis-Podemos y los 930.000 de Unidad Popular, sí se puede hablar de sorpasso. No sólo porque los 6 millones de votos resultantes sobrepasan a los 5,5 millones del PSOE sino, además, porque esta diferencia de medio millón se habría convertido en un número más que proporcional de escaños adicionales.  Es posible que los sectores más cercanos a la idea de la izquierda mosaico -con este o con cualquier otro nombre- dentro de Podemos sean capaces de demostrar ahora que tenían razón.

Los 5,5 millones de votos del PSOE demuestran que no es un rival fácil, lo cual le sigue dando a Alternativa Socialista un papel político importante que jugar. Este papel podría verse rápidamente incrementado para el caso de que el PSOE se incorpore a una gran coalición con el PP siguiendo el modelo de sus correligionarios alemanes.

La posibilidad de una repetición de las elecciones no debe descartarse y la dinámica independentista en Cataluña podría empujar, incluso, hacia esa gran coalición tan arriesgada para el PSOE. En ambos casos la idea de la “izquierda plural”, con este o con cualquier otro nombre, se va a colocar de nuevo encima de la mesa. Alternativa Socialista jugará aquí un papel importante dado su presencia en los núcleos rurales. Primero con el fin de convencer a otros grupos de la izquierda de la necesidad de los espacios políticos plurales. Segundo debido a su importancia potencial para atraer nuevos votantes socialistas.

Alternativa Socialista (CLI-AS) trabaja y trabajará por consolidar un partido socialista alternativo, republicano federal y de clase. Espacio imprescindible para la construcción de una izquierda mosaico real y la confluencia de la izquierda. Sin sectarismo recordamos que el socialismo es patrimonio de quienes como tales se identifican, así como con el legado de Pablo Iglesias Posse y el legado y la tradición socialista obrera, pero traducida en la construcción de un socialismo del siglo XXI y un partido del siglo XXI abierto a las personas de las izquierdas transformadoras, alternativas, ecosocialistas y feministas cuyo referente es SOCIALISTAS al que AS pertenece y apoya.